La productividad laboral es siempre objeto de debate. Un tema recurrente de ello es la relación entre las horas de trabajo y la eficiencia de los empleados. Tradicionalmente, se ha asumido que trabajar más horas resulta en una mayor productividad. Sin embargo, estudios recientes sugieren que este no es necesariamente el caso.
¡Incluso hay investigaciones que indican que jornadas laborales más largas pueden conducir a un decremento en la productividad! Aquí te dejamos una serie de estudios que quizás te hará replantearte tus ideales…
Investigaciones comprobables y las horas de trabajo
¿Podrías imaginar que países con jornadas laborales más cortas ostentan niveles de productividad sorprendentemente altos? Un estudio publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) demuestra que, en contraste con Alemania y Dinamarca, naciones con largas horas de trabajo (como Grecia y México) reportan una productividad relativamente baja.
La razón detrás de este fenómeno parece estar en la calidad del trabajo realizado y el bienestar del empleado. Trabajar muchas horas seguidas sin descansos adecuados puede llevar a un agotamiento físico y mental. Esto repercute en los trabajadores reduciendo su capacidad de concentración y aumentando la tasa de errores.
Otro estudio de la Universidad de Stanford demuestra las mismas conclusiones. En él, se postula que el aumento de las horas de trabajo puede llevar a una disminución significativa en la productividad por hora. De acuerdo a la investigación, esta reducción se atribuye a factores como el estrés y la fatiga.
Soluciones respaldadas por los estudios
Frente a esto, la flexibilidad laboral ha demostrado ser un factor crucial en la mejora de la productividad. Permitir que los empleados ajusten sus horarios de trabajo a sus ritmos personales puede resultar en un desempeño más eficiente y sostenido.
Y es que empresas tecnológicas de vanguardia, Google y Microsoft, por ejemplo, han implementado políticas de trabajo flexible. Gracias a estas motivaciones se han observado mejoras en la satisfacción y eficiencia de sus trabajadores.
Otra forma de mejorar el desempeño es la implementación de la semana laboral de cuatro días. Esto ha mostrado resultados prometedores en varios aspectos, incluyendo la productividad y el bienestar de los empleados.
En este sentido, un estudio liderado por investigadores de la Universidad de Cambridge en colaboración con el centro de investigación Digital Futures at Work arrojó respuestas muy interesantes.
Los resultados mostraron que una reducción en los días de trabajo no solo mejora la salud mental y física de los empleados, sino que también incrementa su productividad. En este sentido, las entidades reportaron una disminución en los niveles de ansiedad y fatiga, mientras que la satisfacción laboral y el equilibrio entre el trabajo y la vida personal mejoraron significativamente.
Además, ¡el 92% de las empresas decidió continuar con la semana laboral de cuatro días después del periodo de prueba!
Las reflexiones tras los resultados
Estos hallazgos apuntan a la importancia de reconsiderar las estructuras de trabajo tradicionales. Es una invitación a explorar horarios más flexibles que no solo benefician a los empleados en términos de bienestar, sino que también pueden llevar a mejoras sustanciales en la productividad.
Otra de las conclusiones es que más horas de trabajo no garantizan una mayor productividad. Resulta esencial considerar la calidad del tiempo laborado y cómo este se alinea con el bienestar de los empleados. Implementar horarios flexibles y fomentar un equilibrio entre la vida laboral y personal podría ser más beneficioso para la productividad a largo plazo.